21 de marzo de 2016

Bocata de Berenjenas

 


 En la vida real o de forma figurada, creo que alguna vez,
nos habremos metido en un berenjenal ¿cierto?

Y aunque la expresión la tengamos clara y de vez en cuando la hayamos utilizado
¿sabes de dónde procede? Yo me enteré hace poco mientras iba en el coche con la radio puesta. 
Tiene su origen en la sapiencia campestre, ya que las berenjenas cuando crecen son espinosas por la parte de atrás, y si te metes entre las plantas sin llevar las manos protegidas e intentas cogerlas, sales de allí con múltiples pinchazos y arañazos.
Doy fe que es cierto, la primera vez que lo intenté, salí con las manicura hecha jajaja




Hace unos años me dio por "jugar" a sembrar algunas verduras, y como me gustan tanto las berenjenas se me ocurrió poner algunas plantas, aunque me habían advertido que era un fruto melindroso y que quizás no iba a recoger nada. Sería la suerte del principiante porque ocurrió todo lo contrario. Al principio me hizo mucha ilusión recolectar un buen número de berenjenas cada día, pero al final terminé hasta el moño. Cada vez eran más grandes y resultó ser la historia interminable. Por muchas que regalaba a amigos y familia, siempre había más esperando.
Llegó un momento que no sabía ya, cómo cocinarlas.
Anda, que si me pasa ahora, con la cantidad de recetas que he aprendido gracias a los blogs . . .

Y como el ser humano es así, hoy por hoy echo de menos esa experiencia. Pero un huerto da mucho trabajo y ciertamente no tengo esa vocación hortelana. La satisfacción de recoger tus propios frutos es grande, pero soy perezosa para quitar las malas hierbas, regar . . . 
si, lo siento, no soy perfecta ni lo pretendo.

El bocata que traigo, te aseguro que está buenísimo, y el otro día con el pan recién hecho nos sirvió de cena. Ni me molesté en tostarlo, estaba todavía templado del horno.
 El sandwich integral, si me conoces un poco, sabrás que fue el mío.

        ¡¡¡ Por fin se estrenó la Primavera !!!
  Ya anochece más tarde, las temperaturas son suaves y muy agradables para comer en la terraza. Pensando en esos días que llegas tan cansada que no te apetece enfrascarte
en grandes preparaciones, los buenos bocatas son una opción estupenda.




 

- Pan blanco, integral . . . al gusto.
- Berenjena
- Cebolla
- Queso para untar {el mío de Kéfir casero}
- Lonchas de queso fundente {gouda o similar}
- Aceite de oliva para freír los aros de cebolla

                                        


            
- Cortamos las berenjenas en rodajas gruesas y las hacemos a la plancha por las dos caras. Fuego medio para que nos queden jugosas.


- Abrimos los panes.
- La cebolla la separamos en aros, rebozamos y freímos. El rebozado lo puedes ver aquí  


 - Untamos las dos caras de los panes con el queso crema.
 - Acomodamos las lonchas de queso gouda. La primera vez utilicé un queso de más sabor y se quedó con el protagonismo, pero si lo prefieres, utilízalo.


- Sobre el queso, dejamos las rodajas de berenjena caliente, así se funde ligeramente el queso.
- Encima de las berenjenas, colocamos los aros de cebolla y cerramos el bocata.


Listos para comer 

¿Prefieres barra o integral de molde?


Y ahora, me gustaría que fueras a ver el Panino Toscano que hizo mi querida amiga
Concha {De Buena Mesa} excelente cocinera donde las haya y mejor persona.
Su propuesta también le sirvió para una cena informal, y aunque puedas pensar que sus bocatas y los míos, se parecen como un huevo y una castaña {yo también lo haría}
palabrita-palabrita-palabrita que desde que se los vi, tenía en mente utilizar la berenjena como ingrediente de alguno, porque me dejó enamorada. 
Así que al César lo que es del César, y el bocata de Concha me sirvió de inspiración.

Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces sé feliz, o al menos, inténtalo.