30 de noviembre de 2015

Sopa de Huevo & Sopa de Picadillo

         

Ya si que si ¿eh? el Otoño parece que ha entrado de sopetón y dispuesto a quedarse.

 Y aunque durante el día, las temperaturas son suaves por estos lares, nunca viene mal una sopita. Aunque si te digo la verdad, normalmente las tomo de noche. Pero la sufrida vida de un blog de cocina te obliga a hacer cambios, y como con el flash de la cámara no me entiendo y tengo que hacer las fotos con luz natural, hoy comemos sopa al medio día.

¿Alguna objeción, familia? nada, no contestan.
Están la mar de entretenidos dándole a la cuchara.




La Sopa de Picadillo es un clásico entre los clásicos. Mi madre siempre la hizo en la cena de Nochebuena, para entonar el cuerpo y comenzar con los platos fuertes después del picoteo. 
Aún la sigo haciendo, y aunque sea en pequeña cantidad, no falta esa noche. 
La comemos el resto del año con bastante asiduidad, aunque ese día es especial, por ponerle taquitos de jamón "del bueno, bueno", recién cortado . . . y ese lujo,
 nos lo seguimos dando en esas fechas.




La Sopa de Huevo o Japonesa, llegó bastante tiempo después a mi mesa. La publicó mi amiga Julia { Julia y sus recetas } y también se ha convertido en una de las habituales sopas de diario. Y aunque hace casi dos años que las tengo en el trampolín de salida, las publico juntas, porque parten de la misma base, un buen caldo de cocido, y en realidad no difieren tanto en sabores, aunque alguna lleve más tropezones en su acompañamiento.
           


    ** Las croquetas que ves en la imagen son de jamón.

NECESITAREMOS  {4 comensales}
                                                     
      


CÓMO LAS HAREMOS
       
            


Poco hay que explicar en realidad. La Sopa de Picadillo la hago de la siguiente forma: Colamos el caldo del cocido en un caldero y cuando esté hirviendo le añadimos los fideos {un puñado por comensal}  la hierbabuena si te gusta ese sabor, a mí me encanta y la pechuga en trocitos {previamente cocida en el caldo}.
El huevo cocido y el pan frito, lo dejamos en el plato de cada comensal, esperando al caldo. Porque lo rico del pan es que haga crunch cruch, mientras vamos comiendo sopa. Vamos, que tiene que estar crujiente para que nos guste. Una vez cocido los fideos, servimos.
En las fotos no verás jamón troceado, todavía no estamos en Navidad, pero queda menos.
Si la presento en sopera, los tropezones los preparo en una fuente, para que cada comensal se añada la cantidad al gusto. Y de la sopera solo sirvo el caldo con los fideos.



Y para hacer la Sopa Japonesa o de Huevo, voy a tirar por la vía rápida y que os lo explique mi querida Julia, que su paso a paso le quedó mejor que a mí. Sabiendo cómo es ella, no le  importará este acto de caradura frescura por mi parte.
Seguro que todas la conocéis, una de mis blogueras de cabecera.
Cocinera como la copa de un pino, y mejor persona.


Aunque pienses al verla que es una sopa simple con un huevo, y que daría igual partirlo, no tiene nada que ver. La forma de trocear y tratar los mismos ingredientes, en la cocina, cambia el resultado de forma notable. Es como cuando haces una masa básica de pan, dependiendo de la forma que le des y el horneado, obtendrás resultados bien distintos.



             
Una buena sopa siempre reconforta el cuerpo . . . .  y también el alma.

Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces se feliz, o al menos, inténtalo.