11 de diciembre de 2017

Bollos de Santa Lucía. Lussekatter.


Tenía muchas ganas de publicar estos bollos, pero estuve esperando a que se acercara la festividad de Santa Lucía que es el 13 de Diciembre, para repetirlos de nuevo este pasado fin de semana largo que hemos podido disfrutar.

Pensé poner el título de la entrada con el nombre en sueco en primer lugar, es decir: Lussekatter, pero seguramente no tendrías idea de si te estoy dando la bienvenida, o haciendo una pedorreta en dicho idioma. Y es que es rarito el sueco ¿verdad? yo cuando voy a Ikea y me da por leer el ticket de compra, si te soy sincera no sé si me lo han dado correctamente o es el de la persona que iba delante. Porque vamos, si lo que llevo son seis cojines y un juego de vasos y lo que leo es SKOGSNÄVA y  ÖVERSIKT . . . me quedo con cara de  . . . pues vale. Definitavamente no entiendo ná de ná.

La palabra más sencilla de pronunciar en sueco, creo yo ¿eh? es ABBA. Que ese nombre si que nos lo aprendimos en nuestra época (quien pinte unas cuantas canas como yo, claro) porque el grupo musical cruzó fronteras con sus famosísimas canciones y ahí estábamos pegados a la tele cuando los anunciaban en un programa del sábado por la tarde que se llamaba Aplauso. Si, estoy tarareando "Mamma Mía" y "Chiquitita"  mientras escribo todas estas parrafadas.

Y también fue en Ikea hace unos años, donde vi por primera vez unas fotos tamaño poster, con una chica super rubia, vestida de blanco y una corona con velas en la cabeza, rodeada de más jóvenes super rubias, ataviadas de la misma guisa. Además de pensar que representaban alguna fiesta que en aquél entonces no conocía, mi imaginación lucubró que si  hipotéticamente yo hubiera sido alguna vez la chica super rubia de la corona iluminada :  . . . me habría manchado el vestido con los chorretones de cera derretida y se me habrían apagado las velas, no sin antes quemar a la otra chica super rubia que estuviera más cerca . . . si lo sabré yo.

                
          

En casa solamente se nombraba a Santa Lucía, cuando alguien oía mal lo que se le había dicho y contestaba un disparate que nada tenía que ver con la conversación. Normalmente era mi madre o mis tías las que decían:   . . .  " Que Santa Lucía te conserve la vista, porque lo que es el oído . . . " dando a entender que te habías ido por los cerros de Úbeda y no te habías enterado de nada. Bueno, también se daban prisa en decirlo cuando yo cantaba, que lo sigo haciendo de pena por mucho que ponga empeño 😄

No es la primera vez que te cuento que la bollería me vuelve loca. Así que estos bollos suecos me parecieron muy ricos, desde la primera vez que los hice. Muy parecidos en textura a nuestras Mediasnoches por cierto. Tienen un ligero sabor a azafrán muy agradable, super tiernos y muy atractivos a la vista. Las formas son variadas, pero la más extendida es la que que ves en las fotos, como si fueran una S, que se llama Julegris. Y esta otra que ves en la siguiente imagen y que solamente formé dos, en casa la llaman pulpos, pero en realidad su nombre es Prestens här . . . casi, casi parecidos.

          

La fiesta se remonta a la Edad Media, donde se celebraba que era el día más corto del año y por consiguiente la noche más larga. Con el tiempo, se fusionó esta tradición con las creencias religiosas al igual que ocurre con muchas otras festividades. Hoy en día es un acontecimiento a nivel nacional en Suecia. En este blog, hay una estupenda información. No quiero  resumir y reproducirlo aquí para no hacer tan larga la entrada. Pero no dejes de leerlo, si las recetas tradicionales tienen su historia, sabes que no las dejo escapar.

Y como de Santa Lucia se trata y todos sabemos que es la patrona de la vista, me gustaría dedicarle estos ricos bollos a mi querida Pilar, del estupendo blog La Olla Vegetariana. Aunque no estoy segura que pueda verlos, seguro que su hermana, mi amiga  Concha, se lo cuenta bajito al oído.
Pilar, con toda mi energía positiva te deseo una pronta recuperación. Un besote bien gordo mi niña.



 {22 Bollos de 50 gr}
500 grs Harina de Fuerza
250-275 grs Leche entera
1/2 cta de las de moca Azafran en hebras
75 grs Mantequilla
80 grs Azúcar
1 Huevo L
1/2 cta Levadura tipo Royal (polvos de hornear)
10 grs Levadura seca de panadero (25 grs si es Fresca)
1/2 cta Sal marina fina
44 Pasas sin semillas
 1 Huevo para pincelar







 - En un caldero pondremos la leche con el azafrán, llevamos al fuego hasta que esté a punto de hervir.
 - Retiramos del fuego y dejamos infusionar tapada hasta que esté templada la leche.
 - Colamos y reservamos.

-  En la cubeta de la panificadora introducimos los ingredientes secos: harina, sal, levadura de panadero y polvos de horner.
- Seleccionamos el programa de amasar que dura quince minutos, y esperamos que estén todos los ingredientes mezclados antes de añadir la mantequilla y el huevo.
- Por último, agregamos la leche. Deja una poca reservada, por si no es necesario. 
- Una vez el programa termina, comprobamos la textura de la masa, es un poco pegajosa pero no añadas más harina.
- Deja levar hasta doblar volumen dentro de la cubeta. Cierra la panificadora.
- Pasado el tiempo, una hora en mi caso, volcamos la masa sobre la encimera.
- Separamos porciones de 50 grs y damos forma de bola.
- Una vez terminadas dejamos reposar diez minutos las bolas antes de darles forma.
- Mientras, dejamos en remojo las pasas. Lo hice en Ron Añejo para que se pusieran contentas. Reservamos.
- Coge la primera bola, que empezamos.
- Estira con una mano la bola como si fuese una croqueta.
- Ya seguimos con las dos manos, amasando como si fuese plastilina hasta dejarla hecha una tira larga.
 - Empezamos a enrollar un extremo.
 - Después el extremo contrario por la parte de abajo.
 - Y lista la forma. Vamos colocando sobre la bandeja del horno forrada con papel.
 - Una vez todos terminados de formar, colamos las pasas y las introducimos en todos los bollos. En cada uno de los remolinos de los extremos, va una pasa.
 - Dejamos de nuevo que doblen volumen y pintamos con huevo. Esta vez esperé media hora.
 - Dejé dos bolas más grandes, de 120 grs cada una para formar el Prestens här.
 - Para este, tienes que hacer tres tiras y enrollas los extremos de dos de ellas, la tercera la cortas por el medio sin llegar a cortar la parte superiror y también enrollas los extremos.
 - Coloca las pasas en cada remolino, pintas y esperas que leve antes de hornear el mismo tiempo que los otros.
- Encendemos el horno a 210º y a media altura, quince minutos después ya puedes ir sacando estos bollos de Santa Lucía.
- Los enfrías sobre una rejilla y a disfrutar.



Cuando están todavía templados son irresistibles.
Me encantaría que pudieras olerlos y ver lo tiernos y jugosos que son.

     




- Como toda la bollería casera, el mismo día que se hornean es cuando están en todo su esplendor. Así que si te sobran, es mejor congelarlos envueltos en papel film y los vas sacando según necesites, parecerán recién hechos.
- Después de enfriarlos sobre una rejilla, los dejo  en una bolsa de plástico hasta el momento de comerlos.
- No es precisa la cantidad de leche en la receta, porque todas las harinas no se comportan igual, algunas he necesitado más y otras un poco menos. Tienes que ir tocando la masa y verla bien hidratada y que se pegue un poco en las manos. Tras el primer levado, se maneja mejor y no se pega tanto.
- Las pasas las puedes poner sin remojar, pero las mías estaban demasiado resecas y en algunas recetas vi que las remojaban en licor. No se aprecia demasiado el sabor, pero si que la pasa queda más jugosa.
- Como cualquier receta tradicional, se establece sobre la misma base de ingredientes, pero las recetas pueden variar en cantidades y forma de llevarlas a cabo. Vi unas cuantas antes de hacerlos por primera vez, y no encontre dos iguales.

Esto es todo por hoy, nos vemos en unos días, hasta entonces espero que seas feliz.