4 de septiembre de 2017

Tomate Frito en Conserva



Buenassssss ¡¡¡ Ya estoy de vuelta !!!

Espero que el Verano te haya tratado bien. Que hayas hecho cosas que llevabas tiempo esperando, dormido siestas sin prisas, pasado calor a ratos, tomado helados a mogollón, que hayas protagonizado más risas que sonrisas, leído libros aplazados, realizado alguna escapada, saltado sobre las olas, chapoteado en la piscina, tomado buenos cafés con hielo, sufrido pocos mosquitos, quizás hasta has bailado al ritmo de "Des-pa-ci-to" en alguna verbena, disfrutado algún concierto, celebrado comilonas familiares, organizado asaderos con amigos de los buenos, y sobre todo . . . que lo hayas disfrutado. No me quejaré del mío, que no ha estado nada mal, por cierto.

Aunque este mes sea el inicio de la vuelta, el verano no ha terminado del todo. Pero aún así retomamos los horarios inamovibles, los estudios, el cole, la oficina, las rutinas, el reencuentro con los compañeros, ver de nuevo a esos ruidosos vecinos, el trabajo, si . . . sin dudarlo, el mes de Septiembre, es el de la vuelta a muchas cosas de nuestra vida habitual. Unas nos apetecen más, otras no tanto, pero es lo que hay.

Y entre las cosas buenas que tiene esta estación veraniega que cada vez me gusta menos por cierto, porque no puedo con esas olas de calor tan exageradas que me dejan en estado catatónico, están los tomates, con sabor a tomate. Dulces, alegres, jugosos y riquísimos. Una maravilla que hay que aprovechar y comerlos a cientos, porque si no lo sabes ya te lo digo, soy tomate-adicta.

                  

En estos meses veraniegos he hecho muchas conservas {CaballaAtúnMermeladas varias }. Cada vez me gusta más enfrascarme en esta tarea. No es difícil, aunque el proceso sea algo laborioso, pero me entretiene y relaja. Cuando sé que voy a estar por casa unas horas, hago algunos botes y poco a poco voy llenando la despensa. Después es cierto, que durante el invierno gusta utilizar esos productos en las recetas del día a día, además de lo rápido que te solucionan una comida. Y lo que me gusta regalarlos, que también.

He seguido el mismo proceso que se hizo siempre en casa de mi madre, solamente he obviado incluir cebolla, porque no es del gusto de todos. Pero si no tienes problemas con ella, adelante. La zanahoria si la sigo añadiendo. Mi tía Isa lo hacía para contrarrestar el ácido del tomate, endulza de forma natural y no es necesario añadir azúcar.
Hay quien añade hierbas aromáticas, además de ajo . . . para gusto los colores. Este tomate frito es básico, pero te aseguro que delicioso, y por fin he conseguido que mis hijos lo coman, que hasta hace bien poco preferían el comercial ¿te lo puedes creer? pues si, como te lo digo, era una espinita que tenía, y me la saqué con gusto y ahora hasta suspiran por él.

El primer bote, fue directo al plato junto a un huevo frito ¿te imaginas cómo estaba? para dejar los ojos en blanco, mojar mucho pan y caerse de espaldas. Mientras escribo la entrada, ganas me dan de repetir pronto.



   
{Para cuatro botes medianos como los de la foto}

2 Kilos de tomates maduros
2 Zanahorias medianas
1/2 Vaso de Aceite de oliva virgen extra
Sal marina al gusto


           

- Hacemos una cruz en los tomates, ponemos un caldero con agua a cocer y los escaldamos durante un minuto.
- Sacamos los tomates a una fuente y los pelamos cuando pierdan temperatura. Eliminamos también el pedúnculo.
- Si los tomates son ecológicos, no los pelo pero los paso por el pasapurés. Pero hoy no era el caso.
- Cortamos las zanahorias en rodajas finas.
- En un caldero profundo (el tomate salpica bastante) introducimos los tomates troceados, junto a la zanahoria y un buen chorretón de aceite de oliva virgen extra.
- Tapamos, mejor con tapadera que deje salir el vapor, a fuego fuerte durante unos quince minutos.
 - Pasado ese tiempo, el tomate habrá evaporado bastante agua, así que el volumen habrá reducido considerablemente.
- Bajamos al mínimo el fuego y con una cuchara de madera, movemos el tomate cada poco tiempo y a la misma vez, aplastamos para deshacer los trozos. Te aconsejo que apartes el caldero del fuego y esperes un momento antes de destapar cada vez que muevas la salsa.
- A media fritura, rectificamos de sal.
- Cuando veas que el aceite ha subido a la superficie, quiere decir que el tomate está frito. Tardará una hora o poco más en estar preparado.
- Pasa la batidora y deja de nuevo a fuego mínimo unos cinco minutos. De esta forma pierde el aire de haberlo emulsionado y compacta más. Si lo pasas por el chino no hace falta.
- Mientras se hace el tomate, esterilizamos los botes y secamos boca abajo sobre un paño o papel de cocina.
- Rellenamos con la salsa caliente y terminamos añadiendo aceite para que la cubra. Cuidado con quemarte.
- Limpiamos bien los bordes externos con papel de cocina.
- Si son pocos botes y los vas a gastar en unas semanas, con darle la vuelta y dejarlos boca abajo de un día para otro, tendrás suficiente.
 - En cambio, si queremos que estos botes duren hasta un año sin problemas, ponemos un caldero amplio y profundo donde los introduciremos y cubriremos de agua.
- Desde que empiezan a hervir, cuenta veinte minutos. Después los dejas dentro del agua hasta que el agua esté fría.
- Y los guardas en un armario sin que le de la luz directa, y sin ninguna fuente de calor cercana (radiadores, termos eléctricos, hornos . . .).
           

 ¡¡¡ Listo !!!

Escandalosamente rico, si lo pruebas, no lo volverás a comprar.       




Y eso es todo por hoy, me alegra verte de vuelta.
Hasta dentro de unos días, espero que seas feliz.