6 de marzo de 2017

Tallarines con Lombarda

     

Hay comidas que están muy ricas, pero tienen un aspecto poco agraciado y son complicadas de fotografíar.
Estos tallarines con lombarda y zanahoría sin ir más lejos. Me encantan, pero como el color no es el más atractivo que digamos, cada vez que los hago; los dejo relegados sin posar para el blog por feos y sencillos. Y si, vale, con los ojos también se come . . . pero si me das un voto de confianza, aunque no sea el plato más atractivo del mundo, te aseguro que están bien ricos. Y qué porras, que los feos también tienen derecho a salir en la foto ¿no te parece?.

Ya te he contado en anteriores ocasiones, que cuando cuezo col o coliflor lo tengo que hacer a traición, con alevosía mientras duermen. Y en cuanto despiertan no dejo de oír de forma machacona, lo mal que huele según ellos a pedo atómico, ayy se me escapó . . . y voy abriendo ventanas y puertas para aliviar los finos olfatos. Cuando la hago refrita nadie dice nada; así no molesta, nadie protesta. Y encima se lo comen, así que si, este plato merece los honores de estar en el blog.
         


Si eres de las que como yo, te criaste pensando que los macarrones iban siempre sumergidos en tomate frito, y hasta que no creciste, no fuiste consciente que la pasta se puede comer de millones de formas diferentes, te aconsejo que no salsees tanto, y que las acompañes en plan verdulera, de todo lo que se te ocurra. La pasta te lo agadecerá, aunque alguna futura lorza, se enfade un poco por quedarse en proyecto. Que tenemos las torrijas,  más torrijas, los rosquillos y los pestiños a la vuelta de la esquina, y hay que ir haciendo hueco. Ya sabes el refrán: " Mujer previsora, vale por dos".

La lombarda es de las pocas cosas moradas que entran por la puerta de casa. No soporto ese color en ningún objeto decorativo, textil, pintura de paredes, ropa ni complementos. Una manía/trauma que me acompaña desde la infancia y que he contagiado a todos los que están a mi alrededor. Y aquí puedes levantar el dedo, que la que más y la que menos, estoy segura que también tiene alguna, manía . . . digo.

                
 { Para dos personas }

200 grs Tallarines
2 Zanahorias medianas
200 grs Lombarda
200 grs Tomate triturado
1 o 2 guindillas
 6 Pepinillos en vinagre o 2 Cdas de Alcaparras
4 Cdas Aceite oliva virgen 
Sal  marina al gusto


      

- Añadimos dos cucharadas de aceite en una sartén, el tomate triturado, la sal y la guindilla. Si estamos en época, que sea natural rallado, pero ahora mismo los de lata, están mucho mejor.
- Tapamos y dejamos a fuego lento hasta que se haga. Tardará unos veinte minutos. Moveremos de vez en cuando para que no se pegue al fondo.
  

- Mientras, rallamos la zanahoria por la parte más gruesa, y partimos la lombarda en juliana.
- Añadimos en una sartén dos cucharadas de aceite y la verdura, a fuego bajo lo rehogamos todo hasta que esté a nuestro gusto.
- Salamos.


- En un caldero profundo, pondremos agua con una cucharada de sal y esperamos a que hierva para añadir los tallarines.
- Para calcular la ración de cada persona, cogemos un puñado de pasta, y cerraremos la mano, si lo hacemos sin esfuerzo, esa es la cantidad. Viene a ser 100 grs.
- Una vez cocidos, colamos y reservamos.


- Para montar el plato, primero pondremos un fondo de tomate frito, la lombarda alrededor del plato y los tallarines sobre el tomate.
- Cortamos los pepinillos en rodajas y las colocamos sobre la pasta.
  

     ¡¡¡  Listo  !!!


Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz.