26 de octubre de 2015

Camembert Envuelto

            

Entre Septiembre y Noviembre, en casa se concentran un buen número de santos y cumpleaños.
Así que te puede imaginar que para los "Días Grandes"  no pueden faltar platos atractivos y resultones, pero que tampoco conlleven horas de elaboración. Eso si, nos ponemos las botas a base de bien. Y siempre, probamos algunos platos nuevos que repetimos por votación popular en las comidas de Diciembre.
Otro mes donde nos dedicamos a abrir la boquita a base de  bien ¿para qué negarlo?


En este caso vengo con un queso emblemático de la gastronomía francesa, el Camembert.
Es tierno, muy cremoso, y con una gran personalidad.
Elaborado con leche cruda de vaca, lo comercializan en su caja de madera y el peso no es mayor de 250 gramos, con lo que tienen una estupenda presentación para hacer ésta receta
{si las cajas fueran de un kilo, tampoco protestarían en casa, te lo digo yo}.
Es perfecto si tienes que preparar una tabla de quesos, o hacer algún entrante como en éste caso. Puedes ir variando el relleno y disponer varios por la mesa, sobre todo si es de gran longitud. Así evitas a tus comensales tener que estar alargando brazos o pasando bandejas continuamente al resto de los presentes. 




 

- Despliega la masa de hojaldre, hasta que tengas un cuadrado y corta. El resto de la masa la reservas.
- Pones la tapa del queso para señalar la forma, así te guías mejor para situar el relleno. Ten cuidado de no presionarla y romper el hojaldre.


- Coloca trozos de dulce de guayaba, de forma generosa.



- Sobre la guayaba, las nueces troceadas.
- Ahora deja el queso encima, es importante que no le desprendas la corteza. Ahí es donde verdaderamente se concentra el característico sabor.


- Repite el proceso sobre el queso. Primero coloca las nueces ( de esa forma evitas que pueda romperse el hojaldre si presionas un poco para darle forma)


-  Y termina de nuevo con el dulce de guayaba.
- Ahora toca cerrar con el hojaldre.


- La parte donde está el cierre, será la que pongas hacia abajo, para que no se abra al hornear y además estéticamente mejora el resultado.


- Con la parte de hojaldre que te sobró, vamos a hacer la tapa que adorna, es muy fácil.
- Solamente tienes que hacer rajitas con la punta del cuchillo. Imagina que son lineas, y las haces de forma salteada.
- Al levantar el hojaldre, ves cómo se abren por el mismo peso del hojaldre.


- La colocamos sobre el queso y acomodamos.
- Recortamos el sobrante.



- Pintamos con el huevo y dejamos hornear a 200º durante 20-25 minutos. O hasta que veas que tu hojaldre tiene el color dorado que más te gusta.


Deja que temple antes de servirlo, quema bastante y hay que ser cuidadosa. 
Con un queso te saldrá un picoteo para cuatro personas, 
A mí gusta con esa consistencia, pero si lo quieres más derretido, sírvelo más caliente.


Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Espero que seas feliz, o al menos, lo intentes.



- Por supuesto, puedes adornarlo como más te guste o puedas. En mi cocina a 34º ese día, era imposible hacer muchas florituras, el hojaldre era pura mantequilla.
- En Canarias es muy común utilizar el Dulce de Guayaba. Tiene un aspecto similar al membrillo y lo venden en bloques embasados de forma rectangular. Pero puedes utilizar membrillo igualmente, o dulde de manzana. No cambiará la esencia de la receta.
- Otras combinaciones que he probado: pistachos y mermelada de chile. Jamón Serrano y nueces. Todas deliciosas.
- Saca el hojaldre del frigo un rato antes para que al extenderla no se rompa.
- Puedes utilizar queso Brie, todavía más suave que el Camembert.
¿ Y a quien le copieteé la receta? a mi querida amiga MACU que no hace más que enseñarme maldades, y claro me entra el antojo irremediable de hacerlo. Algunas de mis lorzas, llevan su nombre.
- Te dejo un enlace por si te apetece leer la historia del queso Camembert. Muy diferente a la que yo conocía.