7 de septiembre de 2015

Bolitas de Queso en Aceite & Especias

       

      En una de mis anteriores vidas tuve que ser ratona.
      Porque mira que me gusta el queso. Pero gustar, gustar del verbo gustarrrr.
      Siempre que voy al super y estoy en esa sección mirando con detenimiento, mi hija comenta: " ¿Te los llevarías todos, verdad? " y sistematicamente respondo con una sonrisa: 
" De punta a cabo, todos para mí ". 
Y es que hay tal variedad de quesos, que es difícil no encontrar alguno que te agrade y se adapte a nuestro gusto. Aunque esto es como todo, hay quien no puede ni olerlos, que haberlas hailas.
     La receta de hoy es super-mega-sencilla. Además que ya habrás comprobado que enamora nada más verla. Está rica hasta donde te puedas imaginar y un poquito más, y nooooo, no tienes que dejarla tanto tiempo como las conservas caseras. En una semana le puedes dar rienda suelta a tu glotonería y dejar el bote vacío si te apetece.
       

      Prepáralas la próxima vez que organices un sarao en casa, y escribe la receta  unas cuantas veces, todos querrán tenerla; te lo puedo asegurar. O también las puedes llevar a alguna reunión familiar, triunfarás de calle, también te lo puedo asegurar.
      Empezaremos haciendo El Queso, no pongas caras raras, que ese paso sólo te llevará diez minutos. Y unas horas después o al día siguiente, refrigerado y con más cuerpo, hacemos las bolas y seguimos el proceso.
     Vale, la versión " no hago el queso ", sería dejar en una gasa o paño de trama fina un kilo de yogur griego durante cuarenta y ocho horas dentro del frigo, y cuando haya eliminado todo el suero, hacer las bolitas. 
Qué ¿ te animas ? empezamos ya.
                                                


 - Queso Fresco Casero
  {o lo puedes sustituir por
  1 kg de Yogur Griego}
- Hierbas y especias a gusto: pimienta negra, tomillo, comino, orégano, laurel, pimentón, guindilla, sal marina.
 - Sésamo Tostado y Semillas de Amapola
- Aceite de Oliva Virgen Extra.



                                
- Una vez hecho el queso, lo refrigeramos hasta el día siguiente para que quede más prieto.
- Empezamos a coger pequeñas porciones, del tamaño de un huevo de codorniz más o menos.

- Para formar las bolas, apretamos unas cuantas veces la porción con la mano para que quede más compactada.
- Redondeamos entre las dos palmas, como cuando hacemos albóndigas.
 
- En un cuenco, colocamos las hierbas y especias que hayamos elegido al gusto, les damos vueltas y veremos que quedan impregnadas.
      

- En un bote, previamente esterilizado, ponemos un poco de aceite de oliva.
- Vamos dejando las bolas de queso con cuidado, que queden bien acomodadas. Sin presionar.
- Cuando ya no quepan más bolas, rellenamos con más aceite hasta que las sobrepase, tienen que quedar cubiertas.
- Antes de cerrar, le añadí dos hojas de laurel y unas cuantas guindillas.
- Sólo queda cerrar el bote y esperar una semana.
     
      Cuando pasó la semana, al sacar las bolas, comprobé que estaban un poco "desplumadas" así que para recubrirlas,hice lo siguiente antes de la presentación.
     Utilicé tres cuencos: En el primero añadí Tomillo y Orégano; en el segundo Semillas de Amapola; y el tercero con Semillas de Sésamo Tostado .
Y para rizar un poco más el rizo y jugar con los colores, también hice Pan Negro. Contrastaba estupendamente con las bolitas que no eran de ese color ¿será por enredar?


    Te dejo unas imágenes de las que hice con Semillas de Amapola para que lo veas claramente. Solamente hay que colocar la bolita dentro y haciendo unos movimientos circulares, se queda totalmente cubierta.
    
 
    

                                        Sobre pan tostado están deliciosas.
También me gusta comerlas, en un sandwich con rodajas finas de tomate.

     Por supuesto, el aceite tiene otra segunda oportunidad.
Sólo tienes que colarlo para aderezar tus ensaladas.
          
 
      Espero que te animes a hacerlas, son bien sencillas y muy resultonas.

               Nos vemos en unos días, hasta entonces sé feliz o al menos, inténtalo.