1 de julio de 2013

Coca Integral con Puré de Papa.



Reconozco que cuando me da por algo, puedo llegar a ser ¿cansina, pesada, monotemática, reiterativa, machacona?, quizás.
 Pero cuando  descubrí hace poco tiempo, un plato tan maravilloso de nuestra gastronomía como son las Cocas, he decidido que tengo que recuperar el tiempo perdido.
 
Esta masa se la he cogido prestada a mi querida amiga  Marisa, una cabecilla inquieta que no para, organiza unos estupendos Retos y nos arrastra a participar cada vez que los convoca. Es una persona admirable y con inquietudes sociales, didácticas y culinarias que es imperdonable perdérsela.
       

 La introducción del puré en la masa, tiene su explicación : al ser más baratas las papas que la harina, en tiempos de escasez, era una forma de ahorrar en ésta última, y seguir obteniendo unos resultados excelentes { esto me lo explicó mi amiga Pilar, una increíble investigadora culinaria, y como persona, de lo mejor que hay por la red }.
Es más, si no dices que lleva puré, nadie lo deduce al comerla.


Marisa utilizó esta masa hace un tiempo {sólo he cambiado la harina blanca por integral, pero sabéis que siempre lo hago cuando creo que puede quedar bien}, y aunque pueda ser chocante introducir este ingrediente en la masa, os aseguro que el resultado es espectacular y grandioso. Por aquellos días yo también utilicé por primera vez el puré en una masa, precisamente para participar en el reto de Marisa, con la receta de los Ñoquis. Que guardando las distancias, en cuanto al origen geográfico de las recetas, la introducción del puré de papas se  hizo por el mismo motivo.
       

Y me consta que es una masa a la que Marisa le tiene mucho cariño, pues es de familia.
Así, que sin más preámbulos vamos a hacerla, os va a encantar, estoy segura.

NECESITAREMOS:
 
El relleno lo he cogido prestado de mi querida Nuria M., que tiene un Blog que descubrí hace relativamente poco, pero que no me pierdo ninguna de sus entradas, cocina para chuparse hasta los codos. Y su vitalidad y alegría es contagiosa.

CÓMO LA HAREMOS:

      

  • Ponemos en un cuenco 100 grs de harina con 14 grs de levadura fresca y 200 grs de agua templada, movemos para disolver y dejamos actuar {una media hora en mi caso, pero daros cuenta que estamos en verano y con 30º}
  • Preparamos los pimientos y las cebollas, partiéndolos en trozos pequeños.
  • El tomate lo pelamos y troceamos igualmente. Lo dejamos en un colador para que elimine líquidos.
  • Las papas las cocemos {siempre las hago al vapor} y aplastamos, dejamos enfriar para hacer la masa.
  • Una vez fría las papas, la añadimos al preparado de la levadura, junto con la harina restante, la sal y amasamos.
  •  Es una masa que enseguida liga, es de las facilonas. Pero es mejor que para manejarla nos pongamos aceite en las manos, siempre facilitará este paso.
  • Con la ayuda de un rodillo la extenderemos dándole la forma de la bandeja del horno. He puesto un papel de horno sobre la misma, para que sea más fácil a la  hora de desmoldar.
         

    • Encendemos el horno a 250º para precalentarlo durante quince minutos.
    • Tiempo suficiente para que la masa se relaje, cuando pase este tiempo, unimos los ingredientes vegetales, le añadimos tres cucharadas de aceite, la sal y el pimentón y movemos para que el aliño impregne bien.
    • Repartimos la verdura de forma armónica por encima de la masa.
    • Colocamos encima de la verdura, el pescado, en este caso melva. Cuando fui a comprar sardinas, acababan de entrar unas Melvas Canuteras estupendas y estas fueron las que se vinieron a casa. He puesto una lasca de forma alterna, calculando la porción para cada comensal.
    • Llevamos al horno, lo bajamos a 180º, altura media y una media hora.
    • Pasado este tiempo, dejamos la bandeja en la posición más baja del horno y sumamos diez minutos más. Al llevar tanta verdura, nos quedaría muy blanda si no hacemos esto y si la mantenemos más alta, se nos puede quemar la verdura y resecar el pescado.
                     

    • Para saber si está lista la coca, un buen truco es levantarla por una de las esquinas, si vemos que se levanta la coca entera, está en su punto {este truco me lo enseñó mi querida Nuria M.}
    • Sacamos, dejamos enfriar sobre rejilla. Se toma fría, pero en casa algún que otro impaciente, la tomó templada porque está rica igualmente.
               

    Esta Coca es el resultado de unir una masa de Marisa, un relleno de Nuria M. y unas ganas enormes de  comerla, que eran las mías. Esa es la magia de la cocina, que puedes poner, quitar o añadir, fusionar e integrar ingredientes, con un único fin: conseguir unos resultados armónicos y sabrosos para sentarnos y disfrutarlos con los que están a nuestro alrededor.
    Y a vosotros, sólo os puedo decir que sería una pena que no la hicieseis.