8 de febrero de 2013

Pimientos verdes rellenos


En algunas ocasiones, y gracias a las protestas de los comensales, llegas a modificar recetas que llevas haciendo tiempo y al final el resultado es mejor que la receta por la que empezaste. Este es el caso de los pimientos verdes en casa.

Siempre los hice rellenos, pero del tipo italiano, aunque reprochaban que tuviesen piel y que algunas veces, era demasiado gruesa y había que quitarla para comer. Así que dando vueltas, me las ingenié y terminé comprando pimientos verdes para asar de tamaño más bien pequeño. Los hago  cocidos al vapor o asados al horno, los pelo enteros y después paso a rellenarlos, salsearlos y calentarlos en el horno.
El relleno, no puede ser tan compacto como con los otros pimientos, pues evidentemente, el hueco a rellenar es mucho mayor y se harían muy pesados al comer. Siempre suelo prepararlos para aprovechar la carne del cocido, hago una bechamel clarita, le añado arroz cocido, quinoa o trigo tierno y tengo listo el relleno.
El resultado salta a la vista, te los comes sin darte cuenta y por más que pongas en la bandeja, siempre dicen que te has quedado corta.......¿corta yo ? ...tragones, que sois unos tragones.
Y ahora vamos al lío, que os va a gustar.

Necesitaremos: (para 4 personas con hambre)

        
  •  2 pimientos por comensal.
  • 300 grs. de carne molida, en este caso del cocido, pero puede ser de ternera, cerdo o mitad y mitad.
  • 250 mls. de bechamel ligera, para mezclarla con la carne molida.
  • Tomate frito casero (pincha encima para ver la receta).
Cómo los haremos:


  •  Lo primero que vamos a hacer es preparar los pimientos, les quitamos el rabito y las semillas interiores, dejándolos limpios.
  • Los untamos de aceite y los metemos a 200º calor arriba y abajo durante media hora más o menos, o los cocemos al vapor, que es lo que he hecho en esta ocasión. Los queremos asados o cocidos pero firmes. El tiempo puede ser variable evidentemente, los voy pinchando y cuando veo que ofrecen un poco de resistencia, los saco.
  • Mientras preparamos el relleno. Como la carne ya está guisada, sólo tenemos que hacer la bechamel ligera y añadirle la carne. En caso que lo hagamos con carne molida, la pasamos salpimentada por la sartén con un poco de aceite, dejamos que se haga bien y la dejamos escurrir en un colador para que suelte todos los jugos.
  • Cocemos un puñado por comensal de arroz, quinoa o trigo tierno y se lo añadimos al relleno.
  • Una vez listos los pimientos, los tapamos con papel film, para que suden, esperamos a que estén templados y los pelamos con mucho cuidado.
  •  Los vamos poniendo sobre una tabla de cocina, abrimos uno por uno a todo lo largo, es decir, desde la parte del rabito hasta la base, y colocamos el relleno siguiendo la forma alargada del pimiento y situándolo por el medio del mismo.
                    
  • Rodamos un poco al pimiento, como si fuese un canelón, para conseguir que quede cerrado sobre sí mismo y ya los tenemos listos para hornear.
  • Una vez hecho el tomate frito, ponemos un fondo en la bandeja del horno, vamos dejando los pimientos encima, y sobre cada pimiento ponemos una cucharada sopera de tomate.
  • Los llevamos al horno precalentado a 200º durante 10 minutos.
                         Al no tener piel, se comen sin sentido, o más bien con todos los sentidos a la vez.
                             
                              Y listos para disfrutar, espero que os guste tanto como a nosotros.