7 de mayo de 2012

Tomate frito


Mira que me gusta el tomate,en todas sus versiones, formas y colores.
Crudo con un poco de sal y un buen aceite de oliva, está de muerte. Pero tengo que reconocer
que frito me apasiona, aunque me tengo que moderar. En casa se ha hecho toda la vida, pero mis hijos prefieren el de bote, toma ya. Si es que el libro de los gustos ya sabemos que está en blanco....pero para mí, donde se ponga uno frito y casero, que se quiten los demás.
Así lo hago,y así lo cuento,espero que os guste.

Necesitaremos:
  • 1 kg y 1/2 de tomates,que estén bien maduros.    
  • 1 cdta. de sal fina.
  • 6 cdas. soperas de aceite de oliva virgen.
  • Un poquito de paciencia.
Cómo hacerlo:
  • Lavarlos bien y quitarles los pedúnculos.
  • Partirlos en trozos pequeños para poder batirlos mejor.
  • Pasarlos por un colador y así dejarlos sin piel ni semillas.
  • Poner el aceite en el fondo de la olla donde lo vayamos a freir.
  • Utilizar  una olla con profundidad,que salpican bastante y lo ponen todo perdido.
  • Añadir la sal.
  • Y dejarlos a fuego vivo sin tapar del todo para que se vaya evaporando el agua,que ya sabemos que es uno de los principales componentes del tomate.
  • Cuando veamos que han eliminado buena cantidad de agua y la pulpa empieza a espesar un poco,bajamos el fuego y lo dejamos muy bajito.
  • Ahora es cuando empezamos con la paciencia.
  • Lo removemos de tanto en tanto,hasta que veamos que el aceite ha subido a la superficie.Esto puede tardar como una hora o algo más, pero de esta forma nos aseguramos que el sabor de nuestra salsa quede de lujo.
  • Depende de lo espeso que nos guste, podemos dejarlo un poco más o retirarlo del fuego y listo.
  • Lo podemos guardar en botes una vez frío y a la nevera.

Le puedes añadir cebolla, ajos, laurel y zanahorias. Pero esta es la receta básica y el enriquecerla, va en gustos.
Listo para comer con lo que más nos guste:arroz, pasta, quinoa, patatas, huevos o simplemente mojado con pan,que debe ser uno de los placeres de los dioses ¿no os parece?